Puede que en alguna ocasión alguien de tu círculo de amigos, compañeros de estudios, familiares e incluso alguna pareja o ex pareja te haya dejado caer directa o indirectamente su idea de quitarse la vida. Si esto es así, cuidado con las ideas erróneas sobre el suicidio, como que «quien lo dice no lo hace» porque es totalmente falso. La mayoría de las veces el suicida avisó de alguna manera sobre lo que iba a hacer.
Pasos a seguir:
- Pregunta sobre sus pensamientos suicidas para comprobar hasta qué punto lo ha planificado ya que a mayor organización, mayor riesgo de suicidio. Hablar del cómo, cuando, dónde y por qué o el significado que tiene. Otra falsa creencia es pensar que hablar sobre el suicidio puede incitarle a consumarlo, no es cierto, al contrario, reduce el riesgo y puede ser la única vía de ayuda o acceso que permita el potencial suicida.
- Evitar que tenga accesibles, en la medida de lo posible, aquellos métodos (por ejemplo, pastillas) con los que pueda lesionarse o consumar el suicidio.
- No dejarlo solo; la probabilidad de que se pueda entregar a esos pensamientos es menor cuando está con alguien o tiene que hacer otras cosas, además de no poder consumarlo.
- Poner al corriente a familiares y personas cercanas significativas que puedan tener influencia sobre él.
- Ponerlo en contacto en el tiempo más breve posible con los profesionales de salud mental (psicólogo o psiquiatra) para recibir ayuda.
Aquí te dejo una canción que, cuenta la leyenda, tiene cierta relación con el suicidio.