La historia es más o menos así. El príncipe Harry estuvo en Las Vegas y jugó billar de prendas con unos amigos. Alguien capturó en fotografía el momento en el que no le quedaban ya ni los calcetines y compartió la imagen en Facebook, red social en la que el tercero en la sucesión al trono británico tenía un perfil con el seudónimo Spike Wells. Como ya es sabido, las políticas de seguridad de Facebook son bastante vulnerables y en poco tiempo, las fotografías daban la vuelta al mundo apareciendo en blogs y portales informativos.

Cada día se comparten más de 250 millones de fotografías en Facebook y aunque pienses que las tuyas no le importan a nadie, es fácil también que acaben en otros sitios. Blogs como Mirrreybook o Rich Kids of Instagram están llenos de imágenes de personas que no son mundialmente conocidas, pero que tienen algo en común: ellos o sus amigos compartieron las fotos en una red social. Problemas familiares, despidos o situaciones tan graves como un secuestro, se dan todos los días porque no somos conscientes de lo mucho que exponemos sobre nosotros en las redes sociales.

Ahora que se acabaron las vacaciones y tal vez estés pensando en subir esas fotos de tu maravilloso viaje a la playa, o encontraste unas fotos viejas en tu computadora y quieres colgar tus recuerdos en la red, es recomendable que revises los siguientes tips para evitar que te ocasionen (o tus amigos), algún problema:

  • Pregunta antes de compartir; esto es lo más importante, así sean fotos de la infancia que te ocasionen nostalgia, a tu amigo tal vez le moleste que aparezca en su muro una imagen de cuando era gordito y usaba lentes de fondo de botella. Lo que para ti es inocente, a otro puede representarle un problema. Solicita la autorización antes de etiquetar.
  • Evita las imágenes en las que hagan algo ilegal; supongamos que tu amigo sí te dio la autorización y te dispones a compartir esa foto en que aparecen fumando un bong, ¡espera! ¿en verdad quieres hacerlo? Recuerda que no tienes control sobre la cantidad de personas que tendrán acceso a ella y no sabes en qué manos podría caer.
  • No alcohol, no tabaco; tal vez pienses que aparecer con un cigarro en la boca o una copa en la mano te haga ver «cool». Lo que quizá no has tomado en cuenta es que cada vez es más común que los reclutadores para empleos y las aseguradoras, revisen los perfiles de los aspirantes en las redes sociales e integren esa información a sus expedientes. Sí, hay personas que no han obtenido un trabajo o a las que les han cancelado el seguro porque sus fotografías no mostraban su mejor cara.
  • Cuidado con los pies; sí, tanto con los pies físicos (las fotos de pies son muy aburridas así que no abuses), como con los pies de foto. Comentarios del tipo: me quiero quedar aquí y nunca volver a mi odioso trabajo pueden no gustarle a tu jefe. Además de la imagen, ten precaución también con lo que dices sobre ella.

¿Has tenido algún problema por una fotografía en Facebook?