Que los hombres siempre están dispuestos para el sexo es un gran mito. Si bien es cierto que en términos estadísticos ellos tienen más pensamientos sexuales y suelen tener más parejas (algunas teorías proponen que la testosterona es responsable de ello), es mentira que no puedan resistirse a un encuentro sexual. En ocasiones no tienen ganas por ciertos factores como la dieta, el estrés o algún medicamento y en otras porque sufren alguna alteración que les impide disfrutar del sexo. Algunas de las más comunes son:

Curvatura del pene.

Es una desviación anormal en el pene que ocurre durante la erección. También se conoce como enfermedad de Peyronie y suele estar acompañada por dolor y problemas con la penetración.

Disfunción eréctil.

Mal llamada impotencia, es la dificultad o imposibilidad de alcanzar o mantener una erección, o bien de conseguir que la firmeza del pene sea suficiente para finalizar una relación sexual con penetración.

Eyaculación precoz.

La eyaculación llega, sin desearla, antes, durante, o al poco tiempo de la penetración. Es la disfunción sexual más común en hombres menores de 60 años (entre el 20 y el 30% de los varones reportan esta condición y sin embargo solo el 9% busca ayuda profesional). Está considerada dentro de los Trastornos sexuales y de la identidad sexual.

Eyaculación retardada.

También conocida como incapacidad eyaculatoria, la erección se mantiene pero la eyaculación se retrasa mucho o no se consigue. Se presenta cuando toma más tiempo del normal llegar al orgasmo, solo se llega a este por medio de la masturbación o no se consigue por vía alguna.

Priapismo.

Trastorno que se caracteriza por una erección sostenida durante mucho tiempo que a menudo es dolorosa y se presenta sin estimulación sexual previa.

Y tú, ¿padeces alguna de ellas?