-La boda estuvo buenísima, tomaron fotos para el periódico. El domingo lo compraré para ver si salí.

-Quiero leer su tesis solo para ver si me menciona en la lista de agradecimientos.

-Ahora que estuviste con Antonio, ¿Te preguntó por mi?

-¿Sabes si estoy entre los nominados para el más popular de la clase?

Todo lo anterior, que vivimos en la realidad, también sucede en internet. ¿Quién no se ha buscado en Google alguna vez? La obsesión por saber si figuramos en la red tiene un nombre: egosurf. Aceptada el año pasado por The Oxford English Dictionary, la palabra egosurf se describe como la búsqueda en internet del propio nombre o de links al sitio web personal.

En 2007, una encuesta de la organización The Pew Internet & American Life Project, reveló que el 47% de los internautas han escrito, por lo menos una vez, su nombre en un buscador. Con el boom de las redes sociales, esta práctica ha ido en aumento. Estar pendientes de cuántos comentarios o likes se suman a un post compartido en Facebook o revisar constantemente las menciones en Twitter son también una forma de egosurfing.

Monitorear nuestra presencia en la red no es algo anormal. El equipo de los políticos lo hace constantemente, los famosos también. En una entrevista concedida a Rolling Stone en 2010, Katy Perry confesó que es un hábito y aseguró que “cualquier artista que diga que no busca su nombre en Google, es un gran mentiroso”. Si se tiene un blog o un sitio web, no solo es común sino que es prácticamente una obligación. El egosurf sirve en estos casos para revisar el funcionamiento de los contenidos e implementar medidas que mejoren el tráfico.

El problema de estar pendientes de nuestra presencia en la red llega solo si eso interfiere con la vida personal. Si estás en el cine y no puedes dejar de revisar tu muro de Facebook o si estás cenando con tu pareja y en lugar de ponerle atención, checas cada rato si alguien ha retuiteado ese comentario tan ingenioso y brillante que compartiste, es momento de parar. Si no puedes hacerlo solo, sería conveniente que consultaras a un especialista ya que tal vez padezcas un trastorno de personalidad nacisista. Revisa los siguientes puntos y si te identificas con varios, busca ayuda profesional:

  • Exageras tus talentos y logros.
  • Tienes fantasías de éxito, poder o belleza.
  • Recibes mal las críticas.
  • Tienes metas egoístas.
  • Requieres atención y admiración constantemente.

¿Practicas el egosurf? ¿Cómo interfiere con tu vida?