Abusar en el consumo de caramelos y alimentos procesados con un contenido alto de fructosa, además de provocar problemas de obesidad e hipertensión, puede afectar las capacidades de aprendizaje y memoria.

De acuerdo a un estudio realizado en la Universidad de California, en Estados Unidos, una dieta rica en fructosa, puede afectar a largo plazo la capacidad del cerebro para recordar determinada información. Para realizar la investigación, los expertos suministraron a un grupo de ratas azúcares durante 6 semanas. Transcurrido el tiempo encontraron que los roedores no pensaban con claridad, presentaban dificultad para seguir caminos que antes andaban fácilmente y eran más lentos.

Los responsables del estudio señalan que la fructosa que produce ese efecto no es la encontrada de forma natural en las frutas si no la que forma parte de productos como el jarabe de maíz, utilizado en algunas papillas para bebé o las gaseosas.

No todo son malas noticias. En el estudio también se encontró que los ácidos grasos omega 3 pueden compensar el efecto y minimizar el daño. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 son:

  • Pescados azules (salmón, atún, sardina, anchoa, arenque, etc.)
  • Nueces 
  • Aceites de linaza, cáñamo y otras semillas