Si tienes la habilidad y estrategias para controlar tus emociones y tus comportamientos, ¡te controlas!, pero si son otros o la situación quien ejerce control sobre tus emociones y conductas, ¡te controlan!. ¿Dejarse llevar por la ira? ¿Sucumbir a la procrastinación? Todo ello tiene consecuencias que la mayoría no deseamos. Conocer nuestras fortalezas y debilidades, nuestros estados de ánimo, es lo que permite que practiquemos eficazmente el autocontrol, una de las principales aptitudes de la Inteligencia emocional.
De niños controlan nuestro comportamiento y aprendemos a base de consecuencias y a medida que vamos creciendo, gestionamos nuestra propia conducta y sus consecuencias. El grado de autocontrol que tiene una persona es directamente proporcional a su grado de madurez: mayor autocontrol, mayor madurez.
Si sabemos controlar nuestras emociones y acciones podemos evitar reacciones excesivas, perder en una negociación, cometer alguna imprudencia, discutir cuando no quieres, conflictos o ataques de ira, por ejemplo. También será la mejor herramienta para lograr nuestras metas por ejemplo para llevar una vida saludable, cumplir con horarios y fechas de entrega o adquirir nuevos hábitos. Es muy importante que te premies cuando consigas privarte de algo perjudicial o cuando consigues algún nuevo objetivo.
¿Beneficios de no «dejarte llevar»?
- Afrontar situaciones difíciles de manera eficaz
- Mantener la calma, lo que te permite pensar
- Mejorar la relación con los demás
- Controlar la situación
- Conseguir tus objetivos
- No perder la concentración bajo presión
- Mayor aprendizaje
- Recompensas a corto y largo plazo
- Mayor seguridad en ti mismo
- Mayor Autoestima
- ¡Presumir de Inteligencia emocional!
Te dejo un video sobre el famoso experimento de los malvaviscos y el autocontrol.