A todos nos gusta que los demás nos apoyen, reconozcan y quieran. Esto es normal ya que somos seres gregarios que necesitamos del grupo para estar bien. Sin embargo, hay personas que dependen demasiado de las otras para satisfacer sus necesidades. Cuando ello interfiere con la calidad de vida, hablamos de un padecimiento: trastorno de la personalidad dependiente.

Los que sufren este trastorno, tienen dificultad para confiar en sus propias capacidades. Prefieren que los demás tomen las decisiones que les corresponderían a ellos y el fin de una relación puede significar una verdadera tragedia. Hay incluso los que están dispuestos a vivir maltratos y sufriendo abusos con tal de no quedarse solos. Algunos síntomas de este padecimiento:

  • Pasividad en las relaciones interpersonales
  • Dificultad para tomar decisiones sin la ratificación de otros
  • Sentirse devastado por el fin de una relación
  • Ser muy vulnerable a la crítica
  • Dificultad para expresar desacuerdos o enojo por miedo al rechazo
  • Evitar estar solo

Este trastorno generalmente comienza a desarrollarse durante la infancia y afecta por igual a hombres y mujeres. Es uno de los trastornos de la personalidad más frecuentes y la forma más eficaz de tratarlo es con psicoterapia. El objetivo de esta será lograr que la persona adquiera mayor independencia. Si crees que puedes padecerlo, no dudes en consultar con un especialista.