Tal vez a ti nunca te ha pasado pero es probable que conozcas a alguien que sí. Y es que cada año se infectan con piojos en la cabeza entre 8 y 12 millones de personas. La mayoría de ellos son niños. Los piojos no discriminan así que prácticamente cualquiera los puede contraer. Pero, ¿qué son? ¿cómo se contagian? y sobre todo, ¿cómo podemos deshacernos de ellos?

Los piojos son diminutos insectos de color café grisáceo que viven de otros seres, es decir, son parásitos. Se alimentan de pequeñas cantidades de sangre que extraen del organismo que los hospeda. No transmiten ninguna enfermedad ni son peligrosos pero sí pueden provocar que te pique mucho y el intenso rascado puede desembocar en irritación cutánea e infecciones en el cuero cabelludo.

Estos pequeñísimos y molestos seres no pueden volar ni brincar pero sí tienen la habilidad de trepar rápidamente por el pelo. Se propagan cuando las cabezas de las personas están en contacto y aunque es un poco más difícil, también cuando se comparten gorras, cepillos y accesorios para el pelo así como sábanas o almohadas.

Para eliminar los piojos existen champús, cremas, aceites o lociones formulados médicamente, que ayudan a exterminar también a sus huevos. En los casos en que los piojos se resistan mucho, también puede ser necesario un tratamiento oral. Es muy importante seguir las instrucciones de uso para evitar lesiones o que no haya efecto. Además, es importante lavar con agua caliente toda la ropa de cama y vestir así como los peluches con los que la persona con piojos haya tenido contacto. También pueden ponerse en una bolsa hermética durante dos semanas para acabar con ellos.