Tenías tres o cuatro años cuando tu madre te dijo por primera vez algo así como:
«Mentir es muy malo. Los niños bonitos siempre dicen la verdad.»
Desde entonces, maestros jefes, amigos, medios, gobiernos e iglesias te han repetido el mensaje. La honestidad es un valor muy apreciado por la sociedad e idealmente debería estar presente en todas las interacciones humanas. Pero, ¿en verdad funcionaría mejor el mundo si nunca dijéramos mentiras?
Si estás teniendo un muy mal día y te topas al primo de tu vecino en la calle, cuando te pregunte cómo estás difícilmente le contarás todas las desgracias que te sucedieron esa mañana. Lo más probable es que le digas que todo bien, mantengas una conversación casual un par de minutos y te despidas para continuar rumiando tus penas al doblar la esquina.
Mentiras como esta, las también conocidas como mentiras piadosas, forman parte de nuestro día a día y al repetirlas tantas veces, nos volvemos mentirosos profesionales. Sin embargo, esto no es necesariamente malo. Investigadores de la UNAM, Oxford y la universidad de Aalto (Finlandia) realizaron un modelo matemático sobre la construcción y evolución de las sociedades incluyendo dos variantes de las mentiras:
Antisociales.
Las mentiras maliciosas, que buscan aumentar la diferencia de opinión entre dos individuos y debilitar sus lazos.
Prosociales.
Las también llamadas mentiras piadosas, que buscan reducir la diferencia de opinión entre dos individuos y fortalecer los lazos.
Descubrieron que las mentiras antisociales llevan a la desconfianza y esto a la debilitación de los lazos, lo que finalmente conduce a la desintegración del grupo social. Por el otro lado, las prosociales pueden ayudar a suavizar el flujo de las interacciones, lo que facilita la consolidación de una red más larga e integrada.
Y ya que estamos con las mentiras, ¿hombres y mujeres mentimos sobre lo mismo? Investigadores del Science Museum en Reino Unido realizaron una encuesta a 3000 adultos para conocer cuáles son las mentiras que más dicen ellas y ellos. Los resultados:
Hombres:
«No bebí tanto.»
«No me pasa nada, todo está bien.»
«Me quedé sin señal.»
«No era tan caro.»
«Ya estoy de camino.»
«Estoy atascado en el tráfico.»
Mujeres:
«No me pasa nada.»
«No sé dónde está, yo no lo he tocado.»
«No era tan caro.»
«No bebí tanto.»
«Me duele la cabeza.»
«Estaba rebajado.»