Imagina que sales de copas con tus amigos, conoces alguien que te llama la atención, hablan un rato y te cae de maravilla y al calor de la noche intercambian números de teléfono y se despiden con una sesión de besos. Llegas a casa pensando que has pasado la mejor noche en meses y cuando te miras al espejo para felicitarte por la conquista, te encuentras con el reflejo de un monstruo. ¡Sí! Tienes la cara hinchada y roja y tus labios parecen los de una actriz de Hollywood después de una inyección de botox. Comienza entonces una fuerte comezón y no sabes qué hacer…

Esto que suena como a escena de Loco por Mary, sucede en la vida real. Se han documentado varios casos de personas que presentan una reacción alérgica después de haber sido besados. ¿Por qué?

Cientos de millones de personas alrededor del mundo sufren alergiasAlimentos, medicinas o sustancias presentes en el ambiente pueden provocar una reacción exagerada de nuestro sistema inmunológico manifestándose a través de erupciones, comezón, sensación de ahogamiento y otros. Esa hipersensibilidad varía de persona a persona. En algunos se presenta con más intensidad, por ejemplo, alguien que no tolera al maní, podría presentar una reacción alérgica si su saliva entra en contacto con la de alguien que consumió cacahuates incluso ¡un día antes!

Los alérgenos pueden permanecer en la saliva por más de 30 horas aún cuando se tenga una salud dental adecuada y buenos hábitos de higiene. Si eres alérgico a un alimento (o medicamento porque también se han dado casos de reacción ante fármacos consumidos por el otro), es importante que hables con tu pareja sobre el tema y si ha ingerido la sustancia de tus pesadillas, esperen un tiempo antes de darse el siguiente beso. Todo sea por no parecer trollface.