Vuelve a sonar el despertador. Sabes que has tocado el botón Snooze cuatro veces ya y estás consiente que si lo haces de nuevo, llegarás tarde otra vez. La tercera de esta semana… Por más que te empeñas tu cuerpo no cede y no hay poder que logre levantarte. Claro, cerraste el ojo a las 3:30 A.M., por algo te has ganado el apodo de «Búho.»

Si la escena te resulta familiar, es probable que tú o alguien que conozcas padezca Síndrome de la fase del sueño retrasada. Este trastorno del sueño se caracteriza por una gran dificultad para llevar un patrón del sueño similar al de la mayoría. Los que lo padecen no pueden quedarse dormidos sino hasta ya entrada la madrugada y acostumbran despertar varias horas después del amanecer y en ocasiones, ya llegado el mediodía. Estás personas suelen sentirse creativas e intelectualmente activas durante la noche, muchas veces trabajan en ese horario.

El SFSR es un trastorno del reloj biológico que altera los ciclos circadianos (de sueño vigilia). Se comienza a desarrollar durante la infancia y/o adolescencia y se calcula que afecta a cerca del 15% de la población. Se caracteriza por:

  • Dormir y despertar a horas distintas de las convencionales.
  • Quedarse dormido a la misma hora (tarde), todos los días.
  • Facilidad para mantener un sueño profundo una vez que se ha dormido (a diferencia del insomnio convencional).
  • Dificultad para despertarse cada mañana.

La calidad de vida de los que lo padecen se ve muy afectada. Si en las actividades diarias deben llevar un horario normal, viven en una especie de jatlag permanente. Tienen dificultad para concentrarse por las mañanas y pueden sentirse somnolientos gran parte del día. Muchas veces son catalogados como flojos e irresponsables pero ellos saben que la dificultad para dormir y despertar a horas convencionales es real y aún cuando han intentado modificar sus hábitos, muchas veces no lo logran.

Si te identificas con lo que has leído sobre este padecimiento, es importante que busques ayuda en una Clínica del sueño.