Un problema relacionado con tu sexualidad puede ser debido a muchas causas: física, psicológica o simplemente el desconocimiento puede hacer que no tengamos una sexualidad plena, por lo que dependiendo cual sea la causa del problema serás tratado por un experto u otro.


Lo ideal sería ir a un sexólogo. Normalmente, un sexólogo tiene la licenciatura o bien de psicología o bien de medicina y después ha realizado una especialidad en sexología. En muchos casos si el sexólogo es psicólogo te va remitir a un ginecólogo, endocrino o urólogo para descartar problemas físicos que estén interfiriendo en tu sexualidad.


En otras situaciones el problema más que sexual es psicológico, por ejemplo una fobia al sexo y habrá que tratar el problema psicológico subyacente antes.
En otras ocasiones las relaciones sexuales no tienen problemas pero son los conflictos entre la pareja los que están impactando negativamente, identificar que hay un problema, asimilar que necesitamos ayuda y acudir a un terapeuta de pareja es el primer paso hacia la recuperación.