Cuando comenzamos una relación, en el cerebro hay una fiesta de neurotransmisores. Este cóctel explosivo, es el encargado de hacernos sentir como en las nubes. Vemos todo de color de rosa y creemos que nuestra pareja es lo más parecido a la perfección. Durante este periodo, las gafas del enamoramiento nos dan una perspectiva sesgada y por ello, lo recomendable es ir poco a poco. Hay parejas que se casan a los seis meses de conocerse y les va muy bien pero hay las que no corren con la misma suerte. Una vez que acaba el subidón amoroso, descubren que cometieron un grave error y unieron su vida a la persona equivocada.
¿Tu relación está avanzando muy rápido? Si te ha surgido la duda, es probable que la respuesta sea sí. ¿Cómo saberlo? Si llevas algunas semanas o meses en una relación, responde a estas preguntas:
¿Has descuidado otros aspectos de tu vida como tu trabajo o tu vida social por dedicar tiempo a la relación?
¿Conociste a sus padres o viceversa a los pocos días de comenzar?
¿Pasan todo su tiempo libre juntos?
¿Ya están planeando el siguiente paso?
Si respondiste afirmativamente a la mayoría, es probable que estén caminando muy deprisa. Si ello te incomoda, lo ideal es que compartas la inquietud con tu pareja. Tal vez descubras que tiene el mismo miedo que tú. Pisar el freno puede servirles para conocerse mejor y construir bases sólidas que sustenten el compromiso. ¿Cómo hacerlo? Medidas sencillas como salir más en grupo para departir con otras personas y respetar la regla 50-30-20 (50% del tiempo para la pareja, 30% para familiares y amigos y 20% para ti), puede ser de utilidad.