Si eres de los que siguieron temporada tras temporada las aventuras de Walter White y Jesse Pinkman  y aún suspiras al escuchar Baby Blue de Badfinger, entonces tal vez pienses que el síndrome de Breaking Bad se refiere a la “abstinencia” provocada por el final de la aclamada serie. Sin embargo, este llamativo título, se relaciona más bien con las motivaciones que nos llevan a cometer actos violentos.

Alan Page Fiske y Tage Shakti Rai son dos antropólogos que han un libro llamado «Virtuous Violence» (Violencia virtuosa). Después de analizar cientos de estudios sobre violencia alrededor del mundo, concluyeron que sin importar el contexto cultural, la mayoría de las personas que cometen un acto violento están convencidas de estar haciendo lo correcto e incluso, lo necesario.

Síndrome de Breaking Bad es el título que utilizaron en UCLA para reseñar el libro, ya que el protagonista de la serie ejemplifica muy bien las conclusiones. Walter White es un profesor de Química que se entera que tiene cáncer y se convierte en productor de drogas porque cree que de esa forma podrá dejar suficiente dinero a su familia cuando la enfermedad lo derrote (si no has visto la serie, no te preocupes, no te he contado más que lo que sucede en el primer episodio).

Los investigadores proponen que enseñar una lección, castigar un error e inculcar obediencia, suelen ser las intenciones de la mayoría de los actos violentos. A través de las páginas de su libro, recalcan una y otra vez que no pretenden justificar a los perpetuadores, sino más bien aclarar cuáles son las motivaciones detrás de ellos.

*SPOILER ALERT
Si no has visto la serie completa, te recomiendo no reproducir el siguiente video.