La fractura de pene es una lesión sexual poco común pero muy dolorosa. Si un movimiento brusco o un golpe provocan que el pene erecto se doble súbitamente, puede desgarrarse la túnica albugínea, capa fibrosa que envuelve a los cuerpos cavernosos, lo que lleva al diagnóstico. Generalmente sucede durante las relaciones sexuales, aunque también puede darse durante las erecciones nocturnas o la masturbación.

 

Investigadores brasileños se dieron a la tarea de determinar cuáles son las posturas sexuales que potencialmente suponen mayor riesgo de fractura. Sus conclusiones, publicadas en la revista Advances in Urology, son fruto de analizar los expedientes de 42 pacientes que en un periodo de 13 años, fueron diagnosticados con fractura de pene. Los resultados señalaron que:

  • En la mitad de los casos, la mujer estaba encima del hombre cuando sucedió el incidente.
  • En el 29%, él estaba colocado detrás de su pareja
  • En el 21%, el hombre estaba encima de ella (postura del misionero).

El estudio también explica que la mitad de los pacientes recordaba haber escuchado un crujido justo antes de comenzar a sentir un profundo dolor. Aunque al final todos tuvieron que acudir al hospital para recibir tratamiento, algunos demoraron hasta 8 horas antes de hacerlo. Vergüenza y pensar que la recuperación vendría sin ayuda profesional, fueron algunas de las razones por las que postergaron la visita al médico.