Cada año, decenas de personas compran un pasaje a Suiza solo de ida. No lo hacen con la ilusión de emigrar y empezar de cero allá. Todo lo contrario. Son pacientes de enfermedades crónicas que viajan al país helvético con la intención de poner fin a su sufrimiento…y a su vida.

En Suiza, cualquier persona puede ayudar a otra a suicidarse sin sufrir alguna consecuencia legal. Existen 6 organizaciones que ofrecen este servicio profesionalmente y 4 de ellas, atienden también a extranjeros. Esto ha dado pie a un fenómeno que ha llamado la atención de los investigadores y al que ya se conoce como turismo del suicidio.

Según datos de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Zúrich, entre 2008 y 2012, 611 personas se trasladaron a aquel pais para acabar con sus vidas. Estas personas procedían de 31 países, tenían en promedio 69 años (el rango de edades iba de los 23 a los 97) y en la mayoría de los casos sufrían una enfermedad neurológica. Los padecimientos que les llevaron a tomar la decisión incluían:

  • Cáncer
  • Parkinson
  • Enfermedad cardiovascular
  • Dolor crónico
  • Esclerosis
  • Artritis

Eutanasia y suicidio asistido, ¿son lo mismo?

La eutanasia es provocar la muerte de un paciente para evitar que sufra. Puede ocurrir con o sin su consentimiento, por ejemplo, si se encuentra en estado de coma y lo autoriza un familiar. El suicidio asistido es proveer a un enfermo con los medios necesarios para que, de forma voluntaria, ponga fin a su vida.

Hace algunos años la BBC produjo una película sobre este tema llamadaA Short Stay in Switzerland. Te dejo un video.