Hay personas que pasan meses e incluso años, en una relación que no va hacia ningún sitio. Costumbre, comodidad, miedo a estar solo y el muy célebre «más vale malo por conocido que bueno por conocer», son algunas de las muchas razones por las que evitan tomar la determinación de ponerle punto final y seguir adelante. Lo que quizá no toman en cuenta es que, hasta donde está comprobado, vida solo hay una y se va muy rápido. Pasar parte de ella en una relación sin futuro es lo mismo que desperdiciarla.
Si tú quieres saber si estás en una relación así, presta atención a los siguientes puntos. Si te identificas con ellos, piensa que allá afuera seguramente hay una persona con la que podrías estar construyendo algo importante en vez de seguir destruyendo y destruyéndote desde el sitio en el que estás.
No habláis por las mañana
No hay planes a futuro juntos. No te ves viviendo la vejez a su lado y cuando piensas en los días que vendrán, tu pareja no entra en tus planes.
No estáis involucrados en el mundo del otro
No convives con sus amigos y familia. De hecho, no conoces a muchos de ellos. Tampoco a sus compañeros de trabajo. Es como si vivierais dos vidas distintas que rara vez se cruzan.
Sólo os une el sexo
En la cama tenéis una química estupenda pero fuera de ella sois dos polos opuestos. No compartís gustos, aficiones ni forma de pensar.
Os une todo menos el sexo
Os lleváis muy bien y tenéis mucho en común pero cuando se trata de la intimidad no hay clic. Los encuentros sexuales son muy esporádicos y nada memorables.