Durante los últimos años, alrededor del mundo se han endurecido las políticas públicas antitabaco. Ello ha provocado que los fumadores recurran a diversos métodos para abandonar el hábito o busquen alternativas para seguir fumando en los sitios restringidos. El cigarro electrónico o eCig se vende como una opción para lograr ambas cosas pero utilizarlo, ¿es una buena decisión?
Aunque la idea de un dispositivo electrónico sustituto del cigarrillo convencional empezó a cocinarse desde los sesenta, fue hasta principios de este siglo cuando llegó al mercado. A pesar de una falta de consenso sobre sus beneficios y riesgos, el eCig es muy popular ya, sobre todo entre los jóvenes, según indica una investigación publicada en American Journal of Preventive Medicine.
Algunos prefieren llamarle vapear en vez de fumar ya que con los cigarros electrónicos lo que se expide es un vapor, producto del calentamiento de diversas sustancias contenidas en el cartucho. Entre estas generalmente hay glicerina vegetal, y en ocasiones nicotina, además de diferentes saborizantes. El aparato suele emular a los cigarros (muchos incluyen un led que se enciende con las aspiraciones) y utilizar baterías recargables.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aún se muestra escéptica ante este producto ya que no hay estudios rigurosos que demuestren sus bajos niveles de toxicidad. Muchos profesionales sanitarios se han manifestado en contra y algunos han sido muy enérgicos. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica asegura que a corto plazo, estos dispositivos pueden ocasionar los mismos cambios en los pulmones que el tabaco. Un estudio del Instituto Nacional de Consumidores de Francia, asegura que después de realizar pruebas a 10 dispositivos diferentes, se encontró una cantidad significativa de moléculas cancerígenas en el vapor emitido.
Si bien hay médicos que aseguran que para un fumador empedernido, estos aparatos pueden significar una opción menos perjudicial que el tabaco, no se debe hacer caso a la publicidad engañosa que muchas veces los ofrece como un producto inocuo.