La historia de Manti Te’o bien podría llamarse «El amor en los tiempos de internet». Este jugador colegial de fútbol americano ha ocupado los titulares de la prensa además de por su talento, por su historia romántica. A sus casi 22 años, asegura haber sostenido una relación amorosa con una mujer a la que nunca conoció. ¿Cómo pudo suceder? Te’o asegura que los chats y llamadas telefónicas que compartieron, fueron suficientes para enamorarlo. Mientras algunos se compadecen del hawaiano, otros dudan de la veracidad de su historia ya que se ha comprobado que la chica no existe ni existió y supuestamente fue víctima de una broma. Sin embargo, la idea de esta historia y la publicidad que ha recibido bastan para preguntarnos ¿en verdad te puedes enamorar de alguien que no conoces?
La respuesta es sí. Antes de la existencia de internet, las cartas fueron un medio de comunicación muy popular que la gente utilizaba para sostener relaciones cercanas. Muchas parejas se enamoraron a través de la palabra escrita del otro. En la literatura hay un gran ejemplo de ello en Fermina Daza quien se enamora de las cartas de Florentino en El amor en los tiempos del cólera. Si en el pasado las historias de amor podían construirse en cartas, por qué hoy no sucedería algo parecido con los mails o chats. Nos gusta estar enamorados. Cuando caemos rendidos por alguien, en nuestro cerebro se celebra una fiesta de neurotransmisores y nos sentimos en las nubes. Se eleva la dopamina, químico relacionado con el placer y disminuye el estado de alerta. Una persona enamorada se vuelve distraída, olvidadiza y puede pasar por alto detalles que en otro estado le llamarían la atención.
El periodo del enamoramiento es en el que el amor «es ciego» ya que idealizamos a la otra persona; dedicamos nuestra atención a sus virtudes y dejamos de lado sus defectos. Cuando los niveles de los químicos cerebrales vuelven a la normalidad, es cuando empezamos a ver a la persona como realmente es, antes, la vemos como la queremos ver.
Tenemos un detector de mentiras integrado pero este solo funciona cuando hacemos contacto visual con otro. La comunicación no verbal puede ayudarnos a discernir entre una reacción auténtica y una falsa pero esto solo sucede si estamos frente a frente (o a través de una videollamada cosa que sorpresivamente Manti nunca tuvo) y leemos sus gestos, reacciones, posturas, movimientos, etc. Si nuestra relación es solo a través de un mensajero, un correo o una llamada,esa comunicación no tiene lugar, esto puede jugar a favor del enamoramiento ya que entra en juego la imaginación y si, como ya hemos dicho, el cerebro está alterado y solo quiere prolongar ese placer, creará un personaje que nos encante. Claro, está diseñado para gustarnos.
La internet puede ayudarnos a crear lazos que se sientan como muy cercanos y percibamos que la conexión es real. Lo malo es que hay muchos que se aprovechan de esto para estafar, jugar bromas o encontrar víctimas para explotar sexualmente. Es por ello que, por nuestra propia seguridad, debemos verificar la autenticidad de una persona antes de conocerla en persona, proporcionarle información privada o enamorarnos de ella.