Notaste que el verano está a la vuelta y te invadió la angustia. ¡Imposible que lleves los mismos pantalones que en primavera! Decides que el fin de semana irás de compras. Pasan dos horas y estás ya en la tienda con más de 10 prendas. Piensas en los días…»solo» faltan 7 para que recibas tu siguiente pago, si te quedas el 10% de lo que te sobra puedes «fácilmente» mantenerte esos días. ¡Es más! Así ahorrarás en comida y bajas esos kilos que te sobran. Cuentas el dinero y te sigue faltando un poco…¡La tarjeta de crédito! La tienda tiene promoción a meses así que diste en el clavo. Ahora, como tu presupuesto «aumentó«, te «puedes» llevar dos cositas más. Llegas a casa y piensas…¡jo’er! ¿y los zapatos?
Escenas similares a esa viven todos los días millones de personas. En Estados Unidos, el 6% de la población. Los compradores compulsivos o shopaholics, son principalmente mujeres (el 80%).
En el ejemplo anterior aparecen ciertas palabras entrecomilladas. Todas ellas tienen una característica en común: son las que describen la fantasía del protagonista. Siete días es un huevo; si el pago es quincenal, falta casi la mitad del tiempo. Pensar en sostenerse con una cantidad pequeña de dinero significa que no planea ni piensa en imprevistos o emergencias. Con una tarjeta de crédito no aumenta la cantidad de dinero que se tiene, aumenta la que se debe y eventualmente habrá que pagar con lo que se tiene.
Los compradores compulsivos adquieren cosas que muchas veces NO necesitan, NI pueden costear. El cine y la televisión los han retratado con un tono humorístico (Sarah Jessica Parker en Sex and the City es un ejemplo), pero la realidad es que es un problema que afecta la calidad de vida de quienes lo padecen ya que pueden adquirir deudas descomunales y tener problemas familiares serios. Aunque no lo creas, hay mujeres que se gastan el dinero de la comida de un mes (aún teniendo hijos), en una vista al centro comercial.
Las compulsiones son acciones o actos mentales que se realizan para reducir la ansiedad que producen. Además de las compras, comer o llevar a cabo rituales (revisar tres veces que la puerta esté cerrada, lavarse las manos continuamente, etc.) también pueden serlo.
Un reciente estudio realizado en la Universidad de Minnesota ha encontrado que un fármaco, diseñado originalmente para el Alzheimer, podría favorecer a las personas con conductas compulsivas. El medicamento (memantina, comercialmente Ebixa), actúa sobre elglutamato, un neutrotransmisor que tiene una relación con los comportamientos compulsivos. Te dejo el tráiler de Loca por las compras.