Si bien el poder de los «afrodisíacos» es algo que la ciencia no ha comprobado, sí se ha podido demostrar que los nutrientes presentes en determinados alimentos, pueden tener un impacto en la vida sexual. Así que si quieres tener una vida multiorgásmica, apunta los siguientes en la lista de compras:

Nueces.

Contienen selenio que dificulta la oxidación de los espermatozoides y ácidos grasos omega 3 que fomentan la producción de hormonas sexuales. Diferentes estudios han encontrado relación entre una dieta pobre el ácidos omega 3 y una lubricación deficiente y pérdida de deseo sexual en la mujer.

Ostras.

Son ricas en zinc, compuesto que favorece la producción de testosterona y la lubricación vaginal.

Arándanos.

Un estudio de la Universidad Católica de Roma encontró que ayudan a prevenir y controlar las infecciones urinarias (el riesgo de infección aumenta 40 veces durante la actividad sexual) y contienen antioxidantes que ayudan a mejorar la circulación y al buen funcionamiento del cerebro, nuestro principal órgano sexual.

Plátano.

Contiene bufotenina, alcaloide que mejora el estado de ánimo y el impulso sexual; además es rico en ácido fólico que mejora el flujo sanguíneo (lo que ayuda a las erecciones y el orgasmo) y potasio que favorece la producción de hormonas sexuales.

Miel de abeja.

Aporta energía gracias a los carbohidratos simples y además contiene boro, mineral que aumenta los niveles de estrógeno en la sangre y es rica en vitamina B, nutriente necesario en la producción de testosterona.

Sandía.

Contiene citrulina, compuesto biológico que al metabolizarse se convierte en un aminoácido llamado arginina, que tiene efectos positivos sobre los sistemas inmunológico y circulatorio al ser un vasodilatador que relaja los vasos sanguíneos.