El suicidio es el acto voluntario de quitarse la vida. Cuando una persona no está emocionalmente bien, los problemas pueden llegar a sobrepasarle, llevándola a pensar que la muerte terminará con el sufrimiento.
Es importante tener en cuenta que la gran mayoría de la gente que se intenta suicidar tiene una enfermedad mental; si no, no lo intentaría. Algunas de ellas son:
- Depresión
- Adicción a las drogas
- Esquizofrenia
- Trastorno bipolar
- Trastorno límite de la personalidad
Para evaluar si una persona es capaz de poner en peligro su vida, es necesario observar los comentarios que hace sobre el sentido de la vida, así como atender otros indicios como el aislamiento y la falta de higiene personal y de su entorno. Otras señales de alerta pueden ser:
- Que regale sus pertenencias
- Pierda de interés en actividades que le resultaban placenteras
- Comportamientos autodestructivos
- Cambios en los hábitos de alimentación o de sueño
Por ello, es vital que cuando alguien amenaza con suicidarse, o tiene varios intentos frustrados de suicidio, se le tome en serio y se busque apoyo psicológico.