Despertar admiración, sonrisas y seducir a los demás se basa en un principio muy simple: Gustarte a ti mismoCuando te gustas y estás seguro de ti mismo, gustas a los demás. Te quieres y te quieren, no falla.

¿Qué hace que se produzca ese efecto imán?

Se nota que puedes querer

Si los demás perciben que te quieres captan tu facultad para querer y eso es algo muy valorado a la hora de plantearse una relación

Eres valioso para los demás

Envías un mensaje positivo sobre ti, al contrario que quien no se quiere que envía un mensaje negativo

Proyectas seguridad 

La seguridad en uno mismo crea una fuerte atracción en los demás

No necesitas la opinión ajena

No hay miedos ni complejos que te puedan boicotear y la opinión de los demás no determina tu propia opinión sobre ti

Emanas seducción

Se percibe cuando caminas, cuando hablas, cuando sonríes  y cuando no te extrañas de gustar a los demás. Seguridad y naturalidad, es una mezcla irresistible.

Si no es tu fuerte y andas un poco bajo de autoestima y seguridad, no tires la toalla, se puede aprender. Conocerte mejor y cambiar los pensamientos negativos sobre ti mismo pueden lograr el cambio. Refuerza lo bueno y no prestes atención a lo que no te gusta tanto, seguro que los demás ni lo notan. Aprender y mejorar de los errores es la base del entrenamiento y claro está, no tirar nunca la toalla.