Hasta la fecha, el preservativo es el método más efectivo para evitar el contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS) y al mismo tiempo, proteger de un embarazo no deseado. En el mundo se venden anualmente más de 5 mil millones de condones y cada vez hay más opciones para todos los gustos. Lo curioso es que ese boom es reciente, a pesar de que la referencia más antigua al uso de algo parecido a un condón, son pinturas rupestres de hace ¡12 mil años!

Seguro que aquellos condones primigenios no eran tan cómodos ni tenían tantos pluses como los de ahora. Hoy en día ya no hay pretextos para no utilizarlo porque además de proteger, muchos preservativos buscan mejorar la experiencia. Revisemos 5 de ellos:

De sabores.

Ideales para el sexo oral, se pueden encontrar con sabor a frutas, bebidas alcohólicas o postres. Suelen estar aromatizados lo que contribuye a estimular el olfato. ¿Un tip? Elige el sabor tomando en cuenta los gustos de tu pareja.

Texturizados.

Como su nombre lo indica, llevan diversas texturas para aumentar las sensaciones de ambos. Existen anillados, acanalados o con protuberancias.

Fluorescentes.

Diseñados para los amantes de hacerlo con las luces apagadas, brillan en la oscuridad para experiencias más lúdicas.

Retardantes.

Lubricados con anestésicos que retardan la sensibilidad, ayudando a retrasar el orgasmo. Son una buena opción para prevenir la eyaculación precoz.

Ultradelgados.

Para los que temen que el preservativo pueda restarles placer, tienen menor grosor que uno estándar (0.050 mm vs 0.065mm, en promedio). Esto no disminuye la resistencia del condón.

Y tú, ¿cuál eliges?