Para cuestiones legales y médicas, la pérdida de la virginidad se da cuando hay penetración vaginal en una relación sexual. Culturalmente el asunto va más allá de lo físico ya que a lo largo de la historia se le ha dado un gran valor simbólico (por cuestiones religiosas y sociales). Hay personas para las que el tema es importante pero también hay algunas que francamente, rayan en lo ridículo. Si tú eres una de estas, aquí te dejamos varias opciones.
En diferentes países del mundo pueden encontrarse cirujanos que expiden «certificados de virginidad«. Después de realizar una exploración minuciosa y verificar que el himen aún se encuentre en su lugar (si se te rompió andando en bicicleta a los 9 años, mala suerte), te dará tu póliza de garantía.
Si tu himen intacto es cosa del pasado pero aún quieres tu certificado (el trámite y el costo son más engorrosos), puedes recurrir a una himenoplastia, procedimiento quirúrgico más o menos sencillo pero con todos los riesgos que implica, en el que se reconstruye la «membrana del honor».
Si la idea de la intervención quirúrgica te parece excesiva, entonces puedes optar por métodos menos drásticos. En India han causado sensación unas cremas y geles llamados 18 again (18 de nuevo), que ofrecen:
- tensar y rejuvenecer la vagina
- mejorar el enganche y fuerza de la vagina
- prevenir infecciones vaginales
Ahora bien, si a ti lo que te interesa es volver a ser virgen una y otra vez, puedes conseguirte uno pirata que popularmente se conoce comohimen chino (el chiste se cuenta solo). Esta membrana artificial contiene sangre falsa. Se coloca en la vagina 20 minutos antes del coito y durante la penetración se rompe permitiendo así la salida del líquido rojo.
Ejemplos menos curiosos y más bien impactantes, pueden verse todos los días. Según datos de Naciones Unidas, cada año mueren más de 5000 mujeres asesinadas por haber tenido relaciones sexuales antes del matrimonio, ser víctimas de violación o simplemente porque un varón de su familia sospeche que ha tenido alguna actividad sexual.
En qué momento y con quién, es tu decisión. Lo que sí es importante es que si has decidido postergar la penetración, pero tienes otro tipo de actividad sexual (sexo oral, petting, etc.) te protejas. Recuerda que las ETS también se pueden contraer con estas prácticas.