No se si lo recordáis pero hace algunos años, a los 45, Tito Vilanova, exentrenador del Barcelona, perdió la batalla que llevaba 3 años luchando contra el cáncer. Después de conducir a su equipo al título de la liga e igualar el récord de 100 puntos en una temporada, tuvo que renunciar al puesto que había obtenido tras la marcha de Pep Guardiola, al recaer en la enfermedad. Varias cirugías y tratamientos en España y Nueva York no pudieron evitar que la enfermedad le ganara.
Las parótidas son las mayores de entre las glándulas salivales. Se ubican en cada mejilla, frente a las orejas, sobre la mandíbula. Su función es liberar saliva para que esta comience el proceso digestivo y mantenga la boca limpia. El cáncer de la glándula parótida, padecimiento que terminó con la vida del técnico, es el más común de los que ocurren en las glándulas salivales pero en general es muy raro. Se detectan dos o tres casos por año por cada cien mil habitantes. De los tumores en cabeza y cuello, el de las parótidas solo representa el 3% de los diagnósticos.
En ocasiones, este tipo de cáncer no presenta síntomas. En otras, se manifiesta a través de:
- Dificultad para tragar y abrir la boca
- Dolor persistente en la cara
- Debilidad y adormecimiento de los músculos de la zona
- Una masa en el área de oído, mejilla, mandíbula o dentro de la boca.
Las opciones de tratamiento y el pronóstico dependen de diversos factores como el estadio del cáncer cuando se realiza el diagnóstico, la edad y estado de salud general de paciente así como el tipo de células cancerosas.