¿Quién no ha llorado o reído a carcajadas con una novela? ¿Quién no ha pasado una noche en vela dando vueltas a las páginas de una historia que le ha enganchado? Definitivamente, al igual que sucede con una buena película, hay libros que nos cambian la vida. Incluso nos cambian el cerebro.
Investigadores de la universidad de Emory en Atlanta, Estados Unidos, decidieron analizar el impacto de las novelas en el cerebro. Para ello reclutaron a 21 estudiantes que se sometieron a escaneos cerebrales diarios durante 19 días. Los primeros cinco días, acudieron a la prueba cada mañana en estado de reposo. Los siguientes 9, les entregaron cada día una sección de la novela Pompeya de Robert Harris, para que la leyeran por la tarde y volvieran la mañana siguiente a la prueba. Este libro es un thriller político que tiene lugar en la época de la erupción del volcán Vesubio en Italia. Los últimos 5 días, ya que habían terminado la novela, también acudieron a la prueba.
Los resultados del estudio mostraron una mayor conectividad en la corteza temporal izquierda del cerebro. Este aumento era esperado ya que esa zona está relacionada con el procesamiento del lenguaje y el análisis de las oraciones que forman un texto. Lo que resultó novedoso para los investigadores, es que también se registró incremento de la actividad en el surco central. Las neuronas de esta región, se asocian con la representación de sensaciones corporales. Esto, explican los responsables del estudio, sugiere que una novela nos puede «transportar» al cuerpo del protagonista, es decir, mejora nuestra capacidad de empatía.
¿Cuál es tu novela favorita?