Ya sabemos que a los hombres, el pecho y las pompas de las mujeres, los vuelven locos. Pero, ¿en iguales proporciones o tienen alguna preferencia? Investigadores de la Universidad de Buenos Aires se dieron a la tarea de resolver esta importante pregunta científica y para ello se valieron de varios experimentos.

En el primero, cuantitativo, preguntaron a 184 chicos si eran del club frontal o del dorsal. El 39% optó por el primero, el 59% por el segundo y solo el 2% declaró pertenecer a ambos bandos. Vaya, que en este asunto nada de medias tintas.

En otro de los experimentos les mostraron fotografías de mujeres mientras monitoreaban su mirada con un dispositivo que registra el movimiento del ojo. Encontraron que la mirada no miente y efectivamente, aquellos que habían confesado una u otra preferencia, posaban sus ojos más tiempo sobre esa parte de la anatomía femenina.

Los evolucionistas proponen que esta atracción por sendas partes del cuerpo tiene que ver con el instinto de reproducción. Cuando se desarrollan los pechos de una mujer y se ensanchan sus caderas, significa que ya está en edad fértil y puede concebir.

Lo curioso es que mientras el estudio concluyó con un triunfo de la retaguardia, las mujeres parecen opinar lo contrario. La mamoplastia de aumento (cirugía para aumentar el volumen del pecho) es el procedimiento estético más popular. ¿Por qué ellas creen que los hombres se fijan más en sus pechos? Porque los tienen de frente y pueden observarlos mirándolas.