Salvo algunas contadas excepciones, para la gran mayoría de nosotros, la de Matemáticas era la asignatura más odiada durante los años en la escuela. Fórmulas imposibles, operaciones complicadísimas y problemas que a veces ni el propio profesor sabía cómo contestar eran cosa de todos los días.
Unos cuantos logran ver arte en las matemáticas y aprenden a amar los números, otros muchos sufren antes de los exámenes y se conforman con aprobar prometiendo olvidar el álgebra por siempre, pero hay también los que experimentan angustia extrema y una serie de síntomas nada agradables cuando se enfrentan a un problema matemático, ellos sufren algo conocido como ansiedad matemática.
Según resultados de un estudio realizado en la Universidad de Granada, 6 de cada 10 estudiantes españoles experimenta algún grado de ansiedad matemática, la cual se caracteriza por la aparición de miedo, confusión, bloqueo mental, tensión e irritabilidad al intentar resolver un problema matemático. Generalmente son personas con pocas habilidades numéricas que lo experimentan como algo vergonzoso.
La ansiedad matemática puede interferir en la calidad de vida de las personas, especialmente cuando se experimenta fuera de las aulas, por ejemplo al calcular la propina a dejar en un restaurante o lo que debe pagar cada comensal. También puede ser un factor determinante para que un estudiante decida no elegir una carrera alterando así sus planes: no estudia lo que quiere porque tendría que llevar materias de matemáticas.
¿En verdad la ansiedad matemática puede ser algo tan fuerte? Para los que la padecen de forma extrema puede sentirse similar al dolor físico. Una reciente investigación de la Universidad de Chicago encontró que este miedo a las pruebas matemáticas activa en el cerebro las mismas áreas que reaccionan ante, por ejemplo, una quemadura en las manos.
Si experimentas ansiedad matemática y ello te está causando problemas en diversas áreas, lo ideal es que acudas con un terapeuta ya que el tratamiento debe ser similar al que se lleva con cualquier otra fobia específica.