Sales de copas con tus amigos y a la segunda o tercera comienzas a desinhibirte, aumenta tu seguridad en tu apariencia y tu confianza en lograr el ligue perfecto. Si, es cierto que el alcohol puede ayudarte a tener sexo pero de ahí a que sea un aliado de la sexualidad hay mucha diferencia.

La desinhibición que acompaña a una noche de juerga se produce porque el alcohol deprime el funcionamiento de la corteza frontal del cerebro, área que regula el sentido común. Esto puede llevarte a involucrarte en conductas de alto riesgo como tener relaciones sexuales sin protección, lo que incrementa las posibilidades de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS). Pero el efecto del alcohol sobre la vida sexual va aún más allá. Revisemos algunas de las áreas que afecta:

Excitación.

La excitación sexual requiere que la sangre lleve oxígeno a los genitales para aumentar las sensaciones. El alcohol promueve la deshidratación del cuerpo lo que también impacta en el volumen de la sangre, además está asociado con el aumento de angiotensina, una hormona conocida por su papel vasoconstrictor. En ellas provoca resequedad vaginal lo que dificulta la lubricación y en ellos problemas para lograr una erección.

Orgasmo.

Un estudio de 2004 concluyó que el 11% de los bebedores presentan problemas para alcanzar el orgasmo. En los hombres retrasa la eyaculación y en las mujeres se necesita mucha más estimulación que en aquellas que no han consumido alcohol.

Coordinación y movimientos finos.

El alcohol también trabaja como un depresor del sistema nervioso central y uno de los efectos es la disminución de la coordinación y los movimientos finos, por lo que, si logras la excitación, es probable que la ejecución deje mucho que desear.

Es importante tomar en cuenta que estamos hablando de casos de abuso en el consumo. Diversos estudios han comprobado que beber una o dos copas al día resulta benéfico para la salud general y en consecuencia para la sexualidad, por lo que el verdadero problema viene con elexceso así que ya lo sabes, sustituye esa copa extra por un vaso de agua y tu vida sexual te lo agradecerá.