¿Alguna vez has visto a una pareja cenando en un restaurante e ignorándose mutuamente por atender a su celular? ¿A un grupo de amigos que se reúnen en un bar solo para prestar más atención a sus móviles? ¿A un ejecutivo en una reunión de trabajo concentrado en su tableta y no en la persona que expone? ¿A los miembros de una familia en la sala de espera de un aeropuerto ensimismados con sus gadgets? ¿Te identificas con alguno de estos ejemplos?

Alex Heigh es un joven de Melbourne, que ha ganó fama internacional en 2013 por haber acuñado el término phubbing, formado a partir de las palabras en inglés phone (teléfono) y snubbing (ignorar) y lanzó la campaña Stop Phubbing con la que pretendió crear conciencia sobre la dirección que han tomado nuestras relaciones personales en los últimos años. Porque todos hemos hecho phubbing en algún momento, ya sea para subir a Instagram la foto de nuestra comida (y revisar cada dos minutos cuántos Likes van), para buscar información (¿Te acuerdas cómo se llamaba el actor de…?, no pero ahora checo en IMDb), o tuitear dónde te agarró el temblor (y responder así a la duda de Chico Che). La persona que está junto a ti se vuelve menos importante que tus enemil lectores potenciales, permitiendo que el mundo virtual desbanque al real.

Heigh y su equipo aseguran que el 87% de los adolescentes prefiere comunicarse a través de mensajes de texto que cara a cara y que pronto las parejas se relacionarán principalmente con actualizaciones de estados en las redes sociales. ¿Dónde quedará la experiencia de vernos a los ojos, tocarnos, sentirnos? ¿Es ese el mejor futuro que podemos construir?

Los avances tecnológicos son increíbles y nos ahorran tiempo, dinero y recursos, pero, ¿qué estamos haciendo con eso que ganamos? Invertirlo de nuevo en la tecnología parece más un círculo vicioso. No debemos nunca olvidar que somos seres socialesgregarios, que necesitamos de los otros para sobrevivir y que por más maravilloso que sea tu teléfono, nunca te podrá dar lo que es capaz de entregarte otro ser humano.

¿Qué opinas del phubbing?