La fórmula que garantiza que una experiencia sexual sea un desastre tiene tres ingredientes principales:
Miedo + Baja autoestima + Culpa
Si alguien se acerca al sexo con este esquema, sea o no su primera vez, es normal que la cosa acabe mal ya que no empieza bien. Confianza en la pareja, Seguridad en uno mismo y en querer tener esa experiencia además de Información adecuada, es precisamente lo que sí se debe tener en esa situación.
Miedo
Sin información adecuada y con la cabeza llena de leyendas urbanas es más que probable que si se plantea la situación, nos echemos a temblar.Dolor y embarazo son dos temas recurrentes. Si tienes miedos y/o dudas, tómate más tiempo hasta que tengas la total seguridad de querer tener esa experiencia.
Baja autoestima
La inseguridad y avergonzarte de tu cuerpo o aspecto es algo que te impedirá disfrutar ya que estás centrado en lo que puede pensar la otra persona y no en lo que tú sientes o experimentas. Si además no estás totalmente seguro de querer tener relaciones con una persona pero cedes por miedo al rechazo o a perderla, tu autoestima se verá afectada negativamente precisamente por eso, (además nada asegura que por ceder alguien permanezca a tu lado).
Culpa
Tabúes y educación rígida o muy tradicional suelen generar culpa en quien se plantea tener relaciones sexuales o las tiene. Hay quien cree falsamente que esa culpa protege ya que evita que se tengan relaciones sexuales tempranas, pero realmente es una de las mayores causas de inhibición sexual y en definitiva, de no disfrutar plenamente de la sexualidad.
Educación sexula
La educación sexual es el recurso más eficaz a la hora de evitar encontrarse en una situación no deseada y no saber qué hacer. Chequea la fórmula y si detectas algún punto débil, ponte manos a la obra y refuérzalo. El tiempo y aprendizaje personal harán el resto.
Y tú, ¿qué fórmula aplicas?