Que te dejen es un papelón pero cuando se trata de dejar o rechazar tú a alguien tampoco es plato de gusto y a veces preferirías desaparecer sin más. No. Hay que afrontar la situación y dejar que ambas partes se expresen. De todo se aprende y mejor intentar quedarse con un buen recuerdo mutuo. No es necesario hacer daño añadido a alguien que ya sufre porque lo dejamos o porque no nos atrae en absoluto.
¿Has tomado la decisión? Sigue estas tres Reglas de Oro:
Cuanto antes mejor
Alargar una situación o relación que no deseas lo único que logrará será complicarlo más todo y hacer sufrir más a ambas partes. Ceder por pena también prolongará la agonía y resultará bastante incómodo para ambos. Si se tiene claro, lo demás es perder el tiempo y hacérselo perder a la otra persona.
Dar la cara
Dejar a alguien de la noche a la mañana sin una explicación puede dejar a esa persona en estado de shock. Aunque solo sea por respeto a los buenos momentos vividos, dedícale un tiempo y varias conversaciones para evitar mayor sufrimiento. Hay varias modalidades, nada recomendables, de no dar la cara:
- La Tecnológica: Aprovechar cualquier dispositivo para decirlo sin estar presente y dejar mensajes, correos, whatsapps o llamadas en el mejor de los casos.
- La Manipulativa; Esta opción consiste en ser cobarde y portarse mal (peleas, infidelidades, ignorar a tu pareja y un sinfín de malas artes) para que la otra persona sea quien se desespere y deje la relación.
- La Pública: Hacerlo delante de más gente o amigos, puf!, ni se te pase por la cabeza, si hay un momento en pareja que requiera intimidad, ¡es este!. No uses el comodín del público, puede que para ti sea más cómodo pero la otra parte…¡Trágame tierra!
- La Etílica: Emborracharse para echarle «valor» al asunto tampoco es muy recomendable.
Ser Cool
No es necesario ofender ni ofenderse. Ser elegante al rechazar y echarse la culpa del fracaso de la relación puede ayudar mucho a la otra persona a superar el rechazo o la ruptura. Traumas cero.
Ya sea para dejar una relación o rechazar una oferta, invitación o galanteo, no hay que ser desagradable o cruel sin necesidad:
- No desprecies o te rías de esa persona.
- No intentes aprovecharte de su interés por ti. Si pasas, pasas.
- Nada de falsas esperanzas, hay que ser claro.
- Se agradece la discreción.
Funciona ponerse en modo Empatía, ¿cómo te gustaría que te rechazaran a ti?, ¡Pues eso!