A nuestro cerebro no le gusta pasar hambre. Mientras otros órganos pueden echar una siestecita, ¡Él tiene que seguir activo! Tiene que consumir los nutrientes necesarios para poder llevar a cabo su constante actividad multitarea. Para percibir, reaccionar, aprender y recordar se necesita mucha energía. Necesita proteínas, vitaminas, minerales, grasas e hidratos de carbono, ¡de todo!

Pero ¿sabías que según los alimentos que comas puedes aumentar o disminuir la actividad cerebral? ¿Quieres saber qué y cómo comer para conseguirlo? Pues atención a los resultados de las investigaciones de Judith Wurtman, del Massachusetts Institute of Tecnology, sobre la influencia de los aminoácidos en la actividad cerebral.

En la carrera por el torrente sanguíneo hasta el cerebro rivalizan dos aminoácidos de efecto opuesto: la tirosina y el triptófano. Aquél que llegue antes, ejercerá su influencia, ¿cuál es?:

Tirosina efecto ON

El cerebro la utiliza para la formación de Noradrenalina y Dopamina, neurotransmisores responsables del estado de alerta, concentración y rendimiento intelectual. Si la Tirosina llega antes aumenta el nivel de actividad mental del cerebro.

¿Qué comer?

Proteínas (como carnes, huevos y pescado).

Triptófano efecto OFF

El cerebro lo utiliza para  la formación de Serotonina, neurotransmisor que provoca somnolencia y dificulta la concentración. Si el Triptófano llega antes el nivel de actividad disminuye.

¿Qué comer?

Hidratos de carbono (como cereales, plátanos, frutos secos o patatas). Pero hay truco, para lograr el efecto Relax, el Triptófano tiene que acompañarse de vitamina B6 (frijoles, cereales de desayuno o muesli, pimentón, laurel, espinacas, pistachos o galletas integrales, entre otros).

¿Somos lo que comemos? Al menos parece que sí nos activamos según lo que comemos. Si quieres estar activo durante el día y pasar a modo relajación antes de dormir, ya sabes qué incluir en tu dieta.