La falta de deseo sexual también llamada falta de apetito sexual y en términos más técnicos, deseo sexual inhibido, es un padecimiento más común de lo que pensamos. Para que nos excite una persona normalmente antes tenemos un deseo o apetito sexual. Es comparable a nuestro apetito por la comida, nos pueden poner delante nuestro plato preferido que si no tenemos hambre nos puede producir incluso rechazo. Las causas de la falta de deseo pueden ser físicas o psicológicas. Aspectos tan simples como una mala alimentación, la falta de un tipo de alimento en la dieta, padecer enfermedades como la diabetes, los efectos secundarios de algunos fármacos pueden provocar que el apetito sexual disminuya.
Causas físicas que pueden impactar en nuestro deseo:
- La mala alimentación (dietas de adelgazamiento).
- Diabetes.
- Bajos niveles hormonales (principalmente de testosterona).
- Cambios hormonales (Climaterio/ Andropausia).
- Problemas cardiovasculares.
- Por efectos secundarios de algunos fármacos.
- Adicciones como alcoholismo.
- Enfermedades mentales, depresión, trastornos bipolares, etc.
Aspectos psicológicos que pueden impactar en nuestro deseo:
- Ideas negativas sobre el sexo.
- Fobia al sexo.
- Experiencia traumatizante relacionada con el sexo.
- Ideas culturales erróneas sobre el sexo (solo es para jóvenes).
- Anorexia, bulimia y vigorexia (síndromes de dismorfia corporal).
Si no te apetece tener relaciones sexuales lo primero que hay que averiguar es si no tienes apetito o deseo sexual por nadie o simplemente no sientes deseo por tu pareja. Normalmente si llevas más de dos semanas en que no tienes deseo sexual de ningún tipo, podemos decir que tienes deseo sexual inhibido. La pregunta que te hacen muchos sexólogos para saber si te ocurre esto, es si sigues masturbándote aunque no sientas deseo por tu pareja. Esto va a ser un indicador de que tu falta de deseo no es generalizada sino que se inhibe sólo con tu pareja.