Todos hemos escuchado muchas veces hablar sobre la anorexia y el gran problema que supone en la sociedad por el elevado número de personas que sufren este trastorno.
La negación voluntaria y prolongada a comer con el objetivo de adelgazar, es lo que técnicamente se conoce como anorexia nerviosa. Aunque cada vez es más común encontrar casos de hombres diagnosticados con este trastorno, sigue siendo más común entre las mujeres. Las personas que la padecen perciben un sobrepeso inexistente pues tienen una imagen distorsionada de su aspecto.
La anorexia nerviosa inicia de manera gradual. La preocupación por la alimentación sana y el ejercicio van creciendo poco a poco y si la persona tiene baja autoestima, sufre presión social o tiene un trauma, es posible que desarrolle este trastorno. Algunas de las señales de alarma son:
- Esconder la comida.
- Desaparición de la menstruación.
- Hiperactividad.
- Dejar de comer con familiares y amigos.
- Quejas sobre el peso o tamaño corporal.
- Autocontrol excesivo.
- Obsesión por el control de calorías.
- Aumento de vello corporal.
- Eliminación progresiva de ciertos alimentos.
- Carácter perfeccionista.
- Ejercicio excesivo.
Si identificas algunas de ellas en ti, en un amiga o en un familiar, pide ayuda profesional de inmediato.