El aumento de información sobre este tipo de intervenciones ha hecho crecer su demanda, la mayoría por razones estéticas, aunque en algunos casos también por razones funcionales. Dejando a un lado las cirugías funcionales o reparadoras (como la Himenoplastia o el Pene oculto) me refiero en concreto a las 100% estéticas, las que buscan mejorar el aspecto de los genitales, sin más.

Hombres y mujeres las están solicitando más y los motivos que alegan son psicológicos. El objetivo final de estos cambios, que no se aprecian a simple vista, es mejorar la autoestima y las relaciones de pareja.

¿Qué intervenciones se solicitan?

Hombres

  • Faloplastia de agrandamiento: TOP de las solicitudes masculinas (¿Dije ya que el tamaño no importa?….) para alargar y aumentar el grosor del pene.
  • Corrección de secuelas de fimosis: Prepucioplastia.
  • Rejuvenecimiento escrotal: Ante los signos de descolgamiento se puede reducir el tamaño de las bolsas escrotales y reducir la apariencia de «testículos colgantes o caídos».
  • Blanqueamiento anal: Aclarar el oscurecimiento de la zona perianal.

Mujeres

  • Disminución  o aumento tamaño de los labios vulvares: TOP de las solicitudes femeninas. Consiste en la reducción o aumento de los labios menores y se lo realizan mujeres jóvenes y maduras. En ambos casos porque no les gusta el tamaño o porque padecen molestias por el mayor tamaño (puede sobrepasar a los labios mayores) y en el caso de las maduras, por perder turgencia al disminuir la producción de colágeno.
  • Rejuvenecimiento vaginal: Mediante láser se mejoran piel y mucosas e incluso el tamaño del canal vaginal.
  • Lifting de pubis: Se realiza una liposucción láser para eliminar la acumulación de grasa (pubis engrosado) y modelar el Monte de Venus.
  • Implante de vello púbico: En aquéllas zonas con apariencia alopécica.
  • Clitoroplastia; Aumento/disminución del tamaño del clítoris,
  • Blanqueamiento anal y genital: Aclarar el oscurecimiento de la zona perianal y perivulvar.

¿Riesgos?

Los principales miedos de quienes se van a someter a esta cirugía es si perderán sensibilidad erógena o se verá afectada la funcionalidad sexual. A estos miedos, los cirujanos responden que las alteraciones son transitorias y se recupera la sensibilidad poco a poco. Eso sí, hay que hacer valoración previa del paciente por si la intervención estuviera contraindicada.