Tu nombre me sabe a yerba

de la que nace en el valle

a golpes de sol y de agua

Joan Manuel Serrat

La metáfora de esta canción «tu nombre me sabe a yerba», bien podría definir las experiencias de James Wannerton, un británico que tiene sinestesia, condición en la que se entremezclan las sensaciones percibidas por distintos sentidos. Wannerton asocia las palabras con sabores así como el músico Billy Joel lo hace con las letras y los colores o la cantante Tori Amos que percibe patrones de luz al escuchar música.

El origen de la sinestesia no es muy claro. Algunos científicos creen que puede deberse a un desbalance químico en el cerebro, otros que es producto de un fallo en el desarrollo fetal. También hay teorías que aseguran que todos nacemos con un cerebro sinestético y durante los primeros meses nuestros sentidos están fusionados, a medida que vamos conociendo más estímulos, se especializan y separan. Esta especialización, proponen los teóricos, no es tan intensa en los sinestéticos que, a pesar del tiempo, conservan la habilidad de mezclar sensaciones.

Además de la perdurabilidad, otras características de la sinestesia son:

  • La incapacidad de controlarla
  • Se hereda por vía materna
  • Se presenta más frecuentemente en mujeres

La sinestesia también puede ser provocada por drogas alucinógenas como el LCD o la mescalina. Las personas que la tienen de forma natural, la experimentan como algo normal y muchas veces ni siquiera saben que no a todos nos pasa. Tienden a ser sumamente creativos además de contar con una memoria prodigiosa.