Obvio que si uno de los miembros de la pareja es menor de edad y el otro no, incluso es bastante más mayor, sí tiene importancia e incluso implicaciones legales o éticas. Hablamos de esas parejas que estando felices y teniendo clara la atracción que sienten el uno por el otro, a veces, sienten la fría sombra de la duda cuando se paran a pensar en la diferencia de edad.

En un principio, cuando la atracción física y química hace de las suyas, que dos personas tengan una o varias décadas de diferencia puede incluso que sea parte de esa atracción. Ya se sienta atraído el joven por la mujer madura o la joven por el hombre maduro y viceversa, suele importarle a los demás pero no a las personas implicadas. Los problemas pueden surgir cuando se plantea seguir y tener una relación estable

Si la verdadera edad no es la cifra del carnet sino una cuestión de actitud, (algo obvio ya que hay viejos de 20 y 30 años y jóvenes de 50 y 60), ¿qué es lo que realmente importa?

El grado de conocimiento que se tiene de la otra persona

Más que la cifra del carnet importa qué otras cosas sabemos de esa persona. Si os dejasteis llevar sin más y no sabéis mucho más el uno del otro, ¡cuidado!, cuando pase la fase del enamoramiento podéis descubrir que las cosas no son cómo imaginasteis y no tenéis puntos en común o incluso hay cosas que os desagradan o molestan. No será culpa de la diferencia de edad, como cualquier otra relación, fracasará porque no conocíais realmente a esa persona y descubrís, tarde, que no os gusta realmente.

Diferencia de intereses vinculados a la edad

Puede que surjan problemas por la diferencia de intereses vinculados a la edad, es algo de lo que no hablasteis y disteis por sentado que no importaba. Creíste que él querría tener una familia, pensabas que no te importaría que ella no tuviera más hijos, ¡error!, hay que hablar sobre hijos (este punto debe quedar zanjado desde el principio para evitar problemas o malos entendidos), familia, grado de compromiso y uso del tiempo de ocio desde el principio para saber a qué atenerse. Cuanto mayor grado de flexibilidad e independencia por parte de cada miembro de la pareja, mejor pronóstico, si a ti te gusta bailar o hacer puenting y a tu pareja le gusta pescar o ir al cine, no importará, podréis negociar y tener ratos de ocio independientes sin mayor problema.

Presión social

Puede que os acabe afectando más de lo que pensabais. La opinión de los que os rodean y juzgan negativamente vuestra relación, ya sean amigos, conocidos o familiares, puede hacer que se tome la decisión de dejar esa relación. Si estáis preparados emocionalmente para la falta de apoyo, os afectará mucho menos.