Seguro que para todo lo que imagines, hay un Récord Guinness que le pertenece a alguien. Existe para cosas tan curiosas como «la mujer con más piercings en el mundo», marca que ostenta una brasileña llamada Elaine Davidson gracias a los más de 6900 adornos que cuelgan de su piel.
Lo cierto es que la gran mayoría de nosotros no estaremos ni cerca de tener el 1% de las perforaciones que tiene esta mujer (un dato curioso: tiene más de 500 en la zona genital), pero es probable que en algún momento deseemos hacernos alguno.
En muchos países de América Latina y algunos de Europa, es común que las orejas de las mujeres sean perforadas a muy temprana edad para colocarles pendientes y salvo en las culturas en las que las perforaciones cumplen una función simbólica (para los esquimales por ejemplo), la mayoría de las perforaciones se realizan con fines estéticos. Moda, rebeldía o sentido de pertenencia son algunos de los móviles que pueden llevar a alguien ponerse un arete. A otros simplemente les gusta cómo se ve y no necesitan más. Sea como sea, si estás pensando en hacerte un piercing, toma en cuenta estos tips;
- Tienes que acudir a un centro que esté en regla y cuente con los permisos pertinentes.
- No olvides revisar que jeringas, guantes y agujas sean nuevos y el resto del material haya sido esterilizado previamente.
- No bebas alcohol ni analgésicos antes de la perforación. Este tipo de productose son vasodilatadores y pueden afectar a la coagulación de la sangre.
- Cuando estés eligiendo la joya que vas a ponerte, no olvides que tiene que ser de acero quirúrgico, titanio u oro de 14 o 18 quilates (lo mejor es empezar con titanio por ser antibacteriano).
Dependiendo del lugar donde vas a hacer la perforación, también variará el tiempo que necesita para sanar. El cartílago de la oreja puede demorar hasta un año, las fosas nasales, por ejemplo, de 6 a 9 semanas, de igual que las cejas. En los genitales femeninos puede demorarse de 2 a 3 semanas y en los masculinos de 3 a 6 meses.
Es importante no olvidarse de tomar las medidas de precaución necesarias ya que, aún cuando parezca un proceso sencillo, los piercings conllevan ciertos riesgos médicos asociados. Por ejemplo, la perforación de nervios o de vasos sanguíneos, los desgarres, las alergias, la pérdida de piezas dentales, el trauma del tejido o el contagio de hepatitis B o C son algunos de los más comunes.
Así que… Antes de llevar a cabo una perforación, piénsalo bien. Es cierto que no es alg tan determinante como un tatuaje pero, aún así, lo más seguro es que, como mínimo, te quede una cicatriz cuando te lo quites. ¿Estás dispuest@ a modificar tu cuerpo?