Llamar a las celebridades por su nombre de pila o apodo, saber datos personales y estar pendientes de todo lo que sucede en sus vidas, es un fenómeno muy común. Las revistas de chismes, los programas de espectáculos e incluso los propios famosos propician el interés en su vida privada. La llegada de las redes sociales ha provocado que esto crezca exponencialmente. Estar cerca de una figura pública ahora es mucho más fácil y rápido que antes. Basta con arrobarlo en Twitter para tener la posibilidad de comunicarnos con él.
A este tipo de relaciones interpersonales, en las que una parte sabe mucho de la otra y esta prácticamente nada, se les conoce comorelaciones parasociales. Basadas en una interacción ilusoria, crean un lazo ficticio que muchas veces el fan considera real.
Ciertos estudios han demostrado que este tipo de relaciones pueden ser provechosas para algunos. Trabajos de investigación publicados en las revistas Journal of Experimental Social Psychology y Science Daily, concluyeron que las personas con baja autoestima y necesidad de pertenencia no resuelta, se pueden beneficiar de las relaciones parasociales.
Sin embargo, no hay que dejar de lado que no hay normalidad en la interacción social que se establece. Las relaciones parasociales son unilaterales. La parte que admira no tiene control directo ni influencia sobre las acciones de la otra, lo que puede provocar dolor, enojo y frustración. Además se pueden desencadenar problemas serios como el síndrome de culto a la celebridad que ya lleva una carga obsesivo-adictiva. ¿Tienes alguna relación parasocial con un famoso? ¿Te ha ayudado en algo? ¿Te ha perjudicado?