Luego de una ruptura amorosa se vive un duelo (parecido al de la muerte de un ser querido). Como todo proceso, sigue varias etapas: incredulidadaceptación y desorganización son las tres primeras. La cuarta es la REORGANIZACIÓN.

En esta fase el sufrimiento disminuye. De vez en cuando se logra olvidar al ex y se viven buenos momentos. Cuando vivimos el sufrimiento constante que implica la ruptura, no sufrir, aunque sean por un momento, es un gran avance.

En esta etapa empiezas a recuperar el control sobre tu vida: recuperas el ritmo de tus actividades, estableces nuevos objetivos y rutinas o retomas aquello que habías abandonado. Sin embargo, es posible tener recaídas debido a circunstancias que evocan a la ex pareja. Pero, en general, 65% del tiempo la tristeza no está presente.

Por absurdo o simple que parezca, cada vez que te ríes das un pequeño paso. Organiza eventos, sal con amigos, no te encierres y recuerda: ejercicio, mucho ejercicio.