¿Alguna vez los intestinos te han jugado una mala pasada al «explotar» en el momento y sitio menos indicados? Seguro que sí. Por poner algunos ejemplos… Una noche con tu pareja, una cita de trabajo, un elevador lleno de extraños, un paseo en coche, una discoteca… Esta claro que el escenario puede cambiar y, de hecho lo hace, pero la cadena de eventos que se suceden, siempre es más o menos igual. A ver si te suena…
- Una expulsión involuntaria provoca que alguna de las personas que te rodea haga un gesto de desagrado al tiempo que exclama ¡qué feo huele!
- Tú, decidido a deslindarte de toda responsabilidad y culpa y con toda la intención de salir airoso (y nunca mejor dicho) de la vergonzosa situación, le imitas en el gesto (y todo lo que hace) y dices algo así como «uff, sí», «yo no fui, eh», «el que primero lo huele, debajo lo tiene» o cualquier otra frase que se te ocurra y te ayude a librarte de cargo alguno.
La mayoría de las personas producimos entre medio y dos litros de gases al día. ¿Pensabas que era tanto? Estos son expulsados a través de los eructos y flatulencias, en una media de 14 veces cada 24 horas (sí, has leído bien). Pero ya que hemos entrado a este tema tan denso, vamos a revisar juntos algunos de los datos más curiosos sobre nuestros (no tan) queridos gases estomacales:
- El origen de los gases estomacales se localiza en el aire que tragamos al hablar, al comer, al beber o al respirar por la boca y, también, en el gas que se libera durante el proceso digestivo.
- La composición media de los gases estomacales es: 59% nitrógeno, 21% hidrógeno, 9% dióxido de carbono, 7% metano y 4% oxígeno.
- El olor característico que tienen es proporcionado por las bacterias que tenemos en el intestino delgado que, al descomponer los alimentos, liberan compuestos gaseosos con sulfuro.
- Existen algunos alimentos como el apio, el brócoli, la cebolla, la coliflor, las manzanas y los plátanos que favorecen la producción de los gases estomacales.
- La gente expulsa más gases en los aviones y esto se debe a la presión, que provoca un aumento en el volumen de los gases intestinales.
- Los gastroenterólogos, que son los especialistas en gases estomacales, recomiendan beber la suficiente cantidad de agua y masticar lo más despacio posible, ya que estas dos acciones nos va a permitir reducir la cantidad de gases acumulados.