Cuando te acecha una infección, al entrar en tu cuerpo deberá enfrentarse a dos guardianes que te protegen, por un lado la barrera física y por el otro, el sistema inmunológico. Si hablamos de la barrera física, está formada por tu piel y por diversas secreciones como el ácido gástrico y cera de los oídos, por fluidos como las lágrimas o la orina) y por mucosas, como por ejemplo los mocos de la nariz o el moco vaginal entre otros. Por el otro lado, el sistema inmunológico está formado principalmente por glóbulos blancos y por anticuerpos, los cuales se encargan de identificar y atacar a todos los microorganismos hasta que quedan eliminados. ¡Imagínate!, ¿Sabías que existen algunas «células asesinas naturales» (así es como se llaman)? Pues estas, son un tipo de linfocitos que matan ciertos microbios y células cancerosas que aparecen o llegan a nuestro cuerpo.
También tenemos que saber que existen microorganismos con los que convivimos de manera que no producen ningún mal pero en ocasiones sí que causan infecciones en aquéllas personas en las que fallan estas defensas.
¿Qué puede suprimir el sistema inmune?
Pues por ejemplo, algunas enfermedades, anomalías o terapias:
- Los corticosteroides: Suelen ser prescritos para tratar enfermedades como el asma, las alergias o las enfermedades autoinmunes. Tambié pueden ser producidos en exceso por algunas enfermedades como la de Cushing.
- Los fármacos inmunosupresores: Se suelen utilizar para tratar enfermedades autoinmunes o para los trasplantes.
- La quimioterapia y la radioterapia
- La producción anormal de células sanguíneas o de anticuerpos
- El SIDA
- La diabetes
- El cáncer
¿Quién tiene factores de riesgo?
- Las quemaduras o las heridas con gran extensión de piel dañada
- Cuando te sometes a algunos procedimientos médicos, como pueden ser un catéter o o una entubación respiratoria e incluso una operación.
- Los enfermos de SIDA
- Personas de edad avanzada
- El período de ingreso hospitalario
- El excesivo uso de antibióticos
¿Qué medidas se pueden tomar?
- Lavarse las manos es la mejor prevención
- El aislamiento de quien ya está infectado
- El uso profiláctico de los antibióticos. Estos se pueden administran antes de determinadas cirugías.
- La vacunación
Bueno, ahora que ya lo sabes, ¡tienes que defenderte cómo y cuanto puedas, sin excusas! Si eres de los que ya tiene hábitos de vida saludables como, por ejemplo, la práctica de ejercicio, una alimentación sana y las suficientes horas de sueño, puedes estar seguro de que eso te ayudará.