¿Sabías que casi el 50% de las mujeres se fracturarán la cadera, una muñeca o alguna vértebra después de los 50 años? ¿Que la osteoporosis también afecta a los hombres? Creemos que nuestros huesos serán fuertes y resistentes durante toda la vida pero las estadísticas nos condenan a lo contrario. La pérdida de masa ósea es una realidad que a todos nos tocará vivir a partir de los 35 años. Sin embargo, no todos tenemos que acabar en el hospital con una fractura. ¿En dónde está la clave? En cuidar la salud de nuestros huesos, asunto en el que la nutrición juega un papel muy importante.
Cuando se trata de alimentos y huesos lo primero que viene a nuestra mente es la leche. La publicidad la vende como buena fuente de calcio y los médicos la avalan. Sin embargo, cada vez son más las investigaciones que sugieren que no es tan buena para los huesos como creemos. De hecho hay algunos estudios que van más allá y proponen que puede ser nociva. Hace poco realizaron uno en la Universidad de Uppsala, en Suecia, con información de más de 100,000 personas, y los resultados mostraron que estadísticamente las mujeres que consumían más leche sufrieron más lesiones en los huesos que el resto.
Y ya que sabemos que la leche mejor con reservas, ¿qué productos sí contribuyen a mejorar la salud de los huesos? Estos 4:
Yogur.
El mismo estudio sueco mostró que el consumo de productos de leche fermentada con bajo contenido de lactosa sí se relaciona con menos riesgo de fractura ósea.
Té verde.
Investigadores de la Universidad de Texas Tech proponen que 500 miligramos de los polifenoles del té verde, que equivalen a 5 tazas, ayudan a la remodelación ósea.
Chocolate.
El chocolate oscuro es una fuente de magnesio, mineral que el cuerpo necesita para transformar la vitamina D y asimilar el calcio. Es importante que sea chocolate con por lo menos 70% de cacao.
Ciruela pasa.
Al igual que el té verde, la clave está en los polifenoles que actúan sobre las células formadoras de hueso (osteoblatos), facilitando la mineralización ósea.
Espinaca.
Además de ser fuente de calcio y magnesio, aporta vitamina K, que se cree juega un papel importante en el metabolismo de los huesos. Mucho mejor si están crudas ya que la cocción disminuye el aporte nutricional hasta en un 60% .