Al ser humano siempre la ha obsesionado su propia inteligencia y no para estudiarla y de aprender sobre ella. Esa capacidad para comprender ideas complejas, resolver problemas, adaptarse al entorno, reflexionar y aprender de la experiencia, ha sido objeto de estudio durante muchísimos años. Uno de los aspectos en el que los científicos se han enfocado más es en su medición, aspecto del que se encarga la Psicometría a través de los famosos tests de inteligencia.
Aunque la tendencia entre los psicólogos es prestar cada vez más atención a teorías como la de las inteligencias múltiples y ver a las personas de un modo más integral, los enfoques sobre la medición de la inteligencia (Coeficiente Intelectual), no dejan de ser interesantes y generar gran curiosidad. Los cambios que ha ido experimentado la inteligencia de la especie a lo largo del tiempo, son vistos desde dos corrientes opuestas:
Cada vez somos más inteligentes.
En la mayoría de los países del mundo, la media de Coeficiente Intelectual aumenta 3 puntos por cada 10 años. Diferentes investigadores han tratado de explicar este fenómeno, conocido como Efecto Flynn relacionando este aumento con:
- Mejores cuidados prenatales
- Nutrición más adecuada
- Menor exposición al plomo y otros materiales que afectan al cerebro
- La proliferación de diversas formas de entretenimiento interactivo
Cada vez somos menos inteligentes.
Una controvertida teoría propone que con el desarrollo de la agricultura y la urbanización, la inteligencia dejó de ser clave para la supervivencia. Esta reducción en la presión selectiva y la facilidad con la que pueden mutar los genes implicados en la función cerebral, ha erosionado nuestra capacidad intelectual.
¿Es el ambiente o son los genes?
Son muchos los especialistas que aseguran que el entorno tiene un mayor peso que la genética en cuestiones de inteligencia y adaptación en las personas. En las culturas que prestan especial atención al trabajo duro y la persistencia, se encuentran más logros académicos y profesionales aunque no se tengan cocientes más elevados. Esto, según el psicólogo social Richard E. Nisbett, se logra cuando las personas piensan que la inteligencia está bajo su propio control.
Y los avances tecnológicos ¿qué tanto aportan al tema?. Te dejo este vídeo: