Si nos paramos a analizar las consecuencias positivas de los sentimientos de culpa; no hay. Cero. La culpa, sólo produce dolor y daña nuestra autoestima ya que nunca nos sentimos culpables por alguna cualidad o algo positivo, sino al contrario siempre se ensalzan los errores o lo negativo y acabas sintiéndote despreciable o poco digno. Por tanto, no nos sirve para nada útil que nos sintamos culpables pero ¡ojo!, sí resulta útil para todos aquéllos que nos quieran manipular a nuestro alrededor y sepan que cojeamos de «culpabilitis».

Es uno de los chantajes más utilizados para conseguir que los demás hagan lo que uno quiere. Desde pequeños lo aprendemos y reaccionamos cediendo para no sentirla, el problema es cuando la culpabilidad se convierte en una reacción automática, ya es parte de nuestra forma de pensar y de nuestro repertorio de comportamiento.

Dos preguntas:

  • ¿ Sientes culpa por las reacciones poco razonables o impertinentes de los demás?
  • ¿ Sientes un miedo atroz a que los demás se enfaden contigo?

Si contestas «Sí» a esas preguntas, la culpa tiene un papel importante en tu vida y afecta negativamente a tu autoestimaY si tienes la mala suerte de dar con chantajistas emocionales en tu vida, ya sea en el trabajo, pareja o amistades, vivirás bajo el yugo de la culpa casi seguro.

Si cometes un error o sientes no haber o haber hecho algo de determinada manera, con arrepentirte de verdad es suficiente, no pases de ahí. No cargues con responsabilidades que no son tuyas.Todo el sufrimiento emocional que te puedes ahorrar y el deterioro de tu autoestima que puedes evitar, merecen la pena. Stop a la culpa, no eres responsable de todo lo malo que ocurre o puede ocurrir.