Si queremos hablar del síndrome de la vida ocupada… Empecemos con algunas preguntas. En los últimos meses

¿Has perdido el celular? 

¿Has olvidado dónde estacionaste tu coche?

¿Has extraviado dinero en la calle?  

¿Has perdido las llaves del auto?

¿Has olvidado un compromiso? 

Ok, un descuido nos sucede a todos pero, ¿con cuántas te identificaste? ¿Alguna te pasó más de una vez en el último año? Investigadores del centro CPS Research en Glasgow, Escocia, acuñaron el término síndrome de la vida ocupada, para llamar al problema de mala memoria y falta de concentración que experimentan muchas personas como consecuencia del estilo de vida contemporáneo. La hiperconexión constante, el estrés laboral, el bombardeo continúo de información y los malos hábitos de sueño y de alimentación, pueden mermar nuestras habilidades cognitivas. Según los investigadores, esto sucede cada vez más a los profesionales de todas las edades.

Si respondiste afirmativamente a más de una de las preguntas del principio y vives en el acelere total, es momento de hacer una pausa y modificar los hábitos que te llevan a ese círculo vicioso. Algunos tips para lograrlo:

  • ¡Desconecta! apaga el móvil por las noches y no atiendas asuntos de trabajo fuera del horario laboral.
  • No aceptes más responsabilidades de las que puedes manejar.
  • Vigila tu alimentación y consume una dieta rica en frutas y vegetales.
  • Aprende técnicas de relajación como la meditación o el control de la respiración, que te ayuden a alcanzar momentos de paz mental.
  • Duerme lo suficiente y procura hacerlo en un ambiente libre de luz artificial (televisión, ordenador, etc.) y ruido.
  • Bebe agua en abundancia para mantener hidratado el cerebro.
  • Haz ejercicio con regularidad para favorecer la liberación de norepinefrina, neurotransmisor que interviene en el aprendizaje y la memoria.