Si eres mujer y alguna vez has usado un tampón durante tu menstruación, seguramente habrás escuchado o leído algo acerca del síndrome de shock tóxico (TSS por sus siglas en inglés). De hecho, las cajas de estos productos de higiene femenina suelen contener una advertencia sobre los riesgos de este síndrome pero, ¿exactamente qué es y cómo se relaciona con los tampones?

El síndrome de shock tóxico es una enfermedad grave pero muy rara, causada por una toxina producida por ciertos tipos de bacterias. Se le relaciona con el tampón ya que los primeros casos, allá por los años setenta del siglo XX, estuvieron relacionados con tampones super absorbentes. Algunas modificaciones en la fabricación de estos artículos y en los hábitos de higiene (como cambiarlos más seguido), redujeron considerablemente la cantidad de casos de TSS relacionados con la menstruación. El síndrome también puede afectar a hombres y niños. Algunos de los síntomas son:

  • Erupción 
  • Malestar generalizado
  • Fiebre
  • Confusión
  • Náuseas y vómitos
  • Diarrea
  • Convulsiones
  • Enrojecimiento de ojos y boca

Además del uso de tampones, el síndrome puede ocurrir por el uso prolongado de tapones nasales, después de un parto o de una cirugía reciente, el uso de anticonceptivos de barrera como el diafragma o si la bacteria entra en contacto con una cortadura o quemadura. El TSS es una emergencia médica y ante los primeros síntomas hay que buscar ayuda profesional. Si te sientes cómoda usando tampones, no dejes de hacerlo, solo toma en cuenta estos tips:

  • Lava tus manos antes de insertarlo
  • No los utilices siempre, intercálalos con compresas
  • Cámbialos cada 4-8 horas