Tras las medidas tomadas en Estados Unidos para incluir en los menús el número de calorías que aportan sus platos, ahora todos pueden tener en cuenta qué están tomando antes de adquirirlos. Estas regulaciones buscaban ofrecer a los consumidores más información al comer fuera de casa para que puedan tomar decisiones alimenticias más saludables y bajen así los índices de obesidad en el país con más sobrepeso en el mundo. Aunque no son pocas las investigaciones que sugieren que la información de las calorías en las etiquetas influye muy poco en el cambio de hábitos alimenticios. La principal razón es que pensamos que todas las calorías son iguales aunque nada más lejos de la verdad. Si escuchaste que una dieta de 1500 kcal al día te ayudará a perder peso así que decides consumirlas en 6 barras de chocolate de 250 cada una, temo desilusionarte pero tu dieta no será efectiva. Sí, aunque estés consumiendo únicamente 1500 calorías.
Lo primero que tenemos que saber es qué caloría es una unidad para medir la energía. Concretamente es la cantidad de energía calorífica que necesitas para elevar la temperatura de un gramo de agua de 14.5°C a 15.5°C. Mil calorías son una kilocaloría o kcal, que es la que usamos con mayor frecuencia y que en términos prácticos nos indica cuánta energía obtendremos al quemar un alimento. Los carbohidratos y las proteínas proporcionan entre 3 y 4 por cada gramo y las grasas aproximadamente 9.
Una y media taza de legumbres cocidas equivale en calorías a 12 patatas fritas de bolsa. La gran diferencia radica en que las legumbres contienen fibra y proteínas vegetales que contribuyen a la sensación de saciedad. Además, los carbohidratos que aportan son de lenta absorción, o sea que liberan gradualmente la glucosa y la energía. Por su parte los alimentos procesados suelen ser poco más que grasas saturadas y azúcares, lo que provoca picos de glucosa en la sangre, activando todo un mecanismo de procesos químicos en el organismo que desembocan en inflamación y en acumulación de grasa en la zona abdominal. Además, la cascada de insulina inhibe el funcionamiento de la leptina, hormona que regula la sensación de saciedad por lo que difícilmente comerás solo esas 12.
Si quieres llevar un estilo de vida saludable o quieres deshacerte de esos kilos extra, mejor concéntrate en la fuente y no en el número de calorías.